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LA CHARTREUSE, EN NOVIEMBRE...?

LA CHARTREUSE, EN NOVIEMBRE...? Os adjunto la noticia editada en el Diari de Tarragona este Domingo 4 de Septiembre...

En noviembre quedará definido el modelo que transformará la Chartreuse
El Ayuntamiento ha encargado un estudio económico para la rehabilitación del edificio
Núria Bea nbea@diaridetarragona.com

Noviembre será el mes clave para la Chartreuse. El Ayuntamiento ha convocado unas jornadas en las que participarán todos los sectores de la ciudad y gestores culturales de otras localidades. De allí saldrá el modelo que transformará la Part Baixa de la ciudad en un completo circuito histórico-cultural. Pero antes, el consistorio deberá convencer a la Generalitat de que le ceda gratuitamente el histórico edificio, y a Educació, de que desista en su empeño de instalar allí la nueva Escuela Oficial de Idiomas (EOI).

Antes de 1989 nadie se imaginaba que una vez cerrada la licorería Chartreuse este edificio sería tan codiciado. Han pasado dieciséis años y si en algo se ponen de acuerdo todas las administraciones es que la antigua fábrica necesita una intervención de urgencia. Instalar un centro de creación y producción de arte contemporáneo junto a las antiguas calderas de la fábrica, convertir algunas de las habitaciones en salas polivalentes y transformar el antiguo jardín de los monjes en una terraza con música en directo necesita de una inyección económica importante. Por eso, el Ayuntamiento –pese a todavía estar negociando la cesión del uso– ya ha empezado a dar algunos pasos.

En primer lugar celebrará unas jornadas para buscar el modelo que debe inspirar el proyecto de centro de arte de la Chartreuse. Será en noviembre y «participarán diferentes ponentes para explicar el proyecto que transformará la fábrica. Invitaremos a gente representativa de la cultura de Tarragona», avanzó el teniente de alcalde de Cultura, Albert Vallvé. Estas jornadas se organizan conjuntamente con la Generalitat, en una forma de buscar ambas instituciones una solución final para la Chartreuse. «Este edificio cumple todos los requisitos para ser el Centro de Arte Contemporáneo que necesita Tarragona.

El segundo paso es la financiación económica. El Ayuntamiento ha encargado un estudio económico para saber qué costará la rehabilitación de este edificio.

Paralelamente a estos pasos, la Associació de Músics de Tarragona reinvindica 500 metros de los 4.000 existentes. De hecho, es el primer colectivo que presentó un proyecto serio de aprovechamiento del edificio. El presidente de la entidad, Miguel Ángel Cruz, reivindica este espacio «porque en Tarragona existe potencial creativo y musical. Además –añade– queremos crear un circuito estable e independiente para que los grupos también puedan salir fuera de la ciudad».

Un espacio para los músicos

Esta idea de centro de producción musical para los grupos locales encaja con el proyecto que el profesor de Historia del Arte de la Universitat Rovira i Virgili, Antonio Salcedo, tiene en la cabeza. «La Chartreuse tiene que ser un centro polivalente. Un espacio que potencie la Part Baixa de la ciudad y donde encaje y se mezcle la danza, la música y la plástica».

Salcedo asegura que «no se trata de copiar ningún modelo, sino de tener en cuenta otras experiencias para dotar a Tarragona de algo diferente y de referencia para el resto de ciudades». El modelo a seguir sería el de Castelló. Salcedo asegura que «pese a que esta ciudad no tiene ningún atractivo ha conseguido disponer de un centro de arte de los más importantes del Estado». Por eso defiende que el de Tarragona no puede nacer con limitaciones. «Tiene que potenciar a los artistas locales y permitir que vengan otros de prestigio reconocido», añade.

Para el sociólogo, investigador, gestor cultural y productor audiovisual de Tarragona, Blai Mesa, a la Chartreuse «le falta voluntad política para convertirse en algo. Me he vuelto muy pesimista en este tema, pero creo que no va a resolverse en esta legislatura. Necesita una inversión importante y un acuerdo institucional para convertirse en este centro de producción contemporánea». Para Mesa, Tarragona está necesitada de equipamientos para dar cabida al arte contemporáneo. «La Chartreuse es un espacio ideal para convertirlo en un centro para la investigación, la documentación y la exposición. Pero no es el único. El sociosanitario Mare de Déu de la Salut (Casablanca) también es un buen sitio».

De ningún otro edificio histórico de Tarragona se ha hablado tanto como de la antigua fábrica de la Chartreuse. Primero debía transformarse en la Casa de la Festa. Luego se convirtió en objeto de deseo de Ensenyament y, por último, incluso se habló de convertirse en la sede de todas las delegaciones del Govern. Sin embargo, la única verdad es que, hoy por hoy, continúa abandonada y degradada.

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